HISTORIA DE LOS SABIOS ASTRÓLOGOS

En este artículo presentaremos la historia de dos grandes sabios; uno es Parashara Muni y el otro Varahamihira. Parashara Muni es considerado el padre de la astrología védica porque compiló el
Brihat Parashara Hora Shastra (descarga gratis) que es considerada la biblia de la astrología védica. En cambio Varahamihira corresponde a otra época que también ha escrito escrito varios tratados astrológicos y como referencia vamos a conocer sus historias
.

Parashara era el nieto del gran sabio Vasishtha, el padre se llamaba Shakti y la madre Adrisyanti. Cuando Adrisyanti estaba embarazada su esposo fue hecho pedazos y devorado por un demonio, pero Parashara pudo permanecer seguro en el vientre de su madre, después de enterarse de la muerte de su padre, juró que exterminaría toda la raza de demonios. Para desfogar su sed de venganza, Parashara preparó un sacrificio de fuego con el propósito de matar a los demonios. Pero el abuelo Vashista intervino y lo disuadió de tal propósito y Parashara quedándose con los restos mágicos peligrosos de la ceremonia de fuego que aún no se había consumido tiró estos restos en la parte septentrional de la cadena de montañas del Himalaya, que era un bosque lleno de árboles donde causó un gran incendio que quemó el bosque y los demonios que vivían en ella, logrando de este modo cumplir su deseo indirectamente de eliminar a los demonios. Millones de demonios perecieron, el abuelo informó de lo sucedido a su nieto que la matanza de esos demonios también había sido atroz. La venganza no puede traer ningún tipo de beneficio ya que no puede devolver la vida del padre. También le explicó que los seres más importantes deben morir a causa de sus propias acciones y que aquellos demonios simplemente era instrumentos en las manos del destino.
De este modo, había sido aconsejado por su abuelo que también era su Maestro Espiritual, Parashara anuló el ritual. En aquel momento Pulastya, el hijo de un Inmenso Ser aparece en escena para bendecir a Parashara. Pulastya dijo: «Tu enemistad con los demonios no tenía sentido, a pesar que tu ira era muy fuerte, has estado en grado de controlarte y estoy muy satisfecho de ti, te daré un premio y te concederé la capacidad de conocer la verdad absoluta”. De este modo Pulastya le reveló quién era Dios, el Alma Suprema que está presente en cada ser y le dijo que él escribiría un libro sobre el Alma Suprema. El abuelo aprobando todo lo que había sido dicho, dijo: «Que así sea

Parashara poco después se enamoró de Satyavati, esto es mencionado en el Mahabharata: Existía un Rey de nombre Uparichara. Aquel monarca era un devoto muy virtuoso y le gustaba mucho ir a cazar. Aconsejado por el Dios de la Lluvia, aquel Rey de la dinastía de Paurava, conocido también con el nombre de Vasu, conquistó un reino grandioso. Después de algún tiempo, el Rey dejó de luchar y renunció al uso de las armas y se retiró al bosque donde practicó muchas austeridades severas. Un día los seres celestes con el dios de la lluvia en el frente, se acercaron a aquel monarca y ellos decretaron que el soberano, por medio de sus penitencias estaba tratando de boicotear la supremacía de los dioses. Los seres celestes se presentaron ante él con palabras dulces y trataron de desanimarlo a que continúe con todas esas austeridades rígidas y fatigosas que estaba haciendo el monarca. Uno de ellos dijo: «Oh señor del mundo, debes cuidarte en modo que la Tierra no deba sufrir una disminución de la virtud! Que está protegida por ti, la virtud te recompensará protegiendo el universo entero». El dios de la lluvia dijo: «Protege con mucho cuidado y atención la virtud, manteniendo la virtud tú mismo te volverás virtuoso y de ese modo en la próxima vida podrás observar aquellas regiones que son sagradas, incluso si yo pertenezco al cielo y tu a la tierra o si ambos somos diferentes, tu eres muy querido para mi. Oh poderoso entre los hombres, habita sobre esta hermosa y deliciosa Tierra, que es abundante de animales, de granos y de riquezas. Que tiene un buen clima y es bendita de fertilidad, la cual es sagrada y llena de muchos objetos de placer ya que es como el mundo de los dioses que también está protegido. Tu reino está lleno de riquezas, de piedras preciosas, gemas y muchísimos minerales. El lugar donde resides está lleno de devotos y las ciudades son virtuosas. La gente que vive en estos lugares son honestas y están contentos. Nadie dice mentiras ni siquiera de juego. Los hijos, no deben dividir nunca sus riquezas con sus propios padres y en el momento que existe necesidad, están siempre listos a ayudar a sus padres. Los animales nunca serán usados en los campos de arado y tampoco serán usados para transportar mercadería. En otras palabras, esos animales están bien nutridos y gordos. En tu ciudad, las cuatro castas siempre están ocupadas en sus propios deberes. No dejes que todo lo que sucede en los ‘tres sistemas planetarios’ te sea desconocido. Te regalaré una astronave de cristal como aquellos que usan los seres celestes para atravesar el espacio. Tu serás el único entre todos los mortales de esta Tierra que poseerá una astronave como la de los seres celestes que son dotados de forma psíquica con la cual tu podrás viajar en el cielo a tu placer. Te regalaré también un preciosa guirnalda hecha con flores de loto que nunca se marchitará y que te protegerá de todas las heridas de las armas que puedas tener en las batallas. Esta bendita e incomparable guirnalda, conocida en la Tierra como la guirnalda del dios de la lluvia, se volverá el emblema que te distinguirá de todos los otros reyes.»

El dios de la lluvia, el que mató al demonio Vitra, con el propósito de gratificar al monarca, le entregó también un asta de bambú con la cual él podía proteger a los honestos y pacíficos. Después que pasó un año, el Rey plantó aquel bastón en una área de terreno con el propósito de adorar a su benefactor. De ese año en adelante, todos los soberanos de la Tierra siguieron el ejemplo de Vasu, en aquel día establecido plantaban sobre la tierra un palo para conmemorar el momento en la cual el Rey hizo su primera adoración al dios de la lluvia. Después de haber plantado el palo, el monarca lo adornó con guirnaldas, telas, perfumes y oro. Y con todos estos ricos ornamentos, el dios de la lluvia fue debidamente adorado. El dios satisfecho del comportamiento de aquel hombre, para su satisfacción, adoptando la forma de un cisne se presentó personalmente en aquel lugar. Llegando al lugar, el dios de la lluvia dijo: «Todos aquellos hombres, todos aquellos Reyes, siguiendo el ejemplo de este monarca, adorándome y observando esta fiesta, serán siempre virtuosos y gloriosos en todas las regiones de sus reinos. Sus ciudades crecerán continuamente y todos los habitantes serán felices de él». De este modo el gobernante fue bendecido por el complacido dios, el jefe de todos los seres celestes. En realidad, a todos aquellos que observan la fiesta del dios de la lluvia (Indra) con donaciones de tierras, gemas y piedras preciosas, se volverán famosos y respetados en todo el mundo. De este modo el soberano, concediendo muchos dones, realizando grandes sacrificios y observando esa fiesta, ganó el respeto de todos los dioses. En la capital, gobernó virtuosamente el planeta entero. Así fue, por complacer al jefe de los seres celestes, el soberano celebró la primera fiesta al dios de la lluvia. Después el emperador tuvo cinco hijos, todos muy fuertes y valerosos. Se volvieron gobernadores de algunas provincias. Su hijo Vrihadratha, gobernó la región de Magadha y fue rápidamente conocido con el nombre de Maharatha. Otro hijo, era Pratyagraha, y otro era llamado Kusama él también era llamado Manivahana y los dos últimos eran Mavella y Yadu, todos eran invencibles en las batallas. Estos fueron los hijos heroicos del Rey. Estos cinco hijos fundaron muchas ciudades cada uno, y dieron sus propios nombres al reino. Ellos fundaron cinco dinastías separadas que se propagaron con los años. Mientras el Rey viajaba a través del espacio, a bordo de aquella nave de cristal, llegó al lugar de los Gandharvas y de las Apsaras. Fue por esta capacidad de volar a través del espacio, que se le dio el nombre de Uparichara. En su capital pasaba un río, un día aquel río fue invadido de un derrumbe de tierra y fango que caía de una montaña que estaba obstaculizando el paso del río, el monarca al ver tal acto de violencia, golpeó el monte y de ese modo abrió un camino donde el río podía fluir. En aquel momento ve a dos hermosos neonatos que eran transportados por la corriente del agua, eran dos hermosos gemelos, eran un niño y una niña que los adoptó. El niño se convirtió en el general de todas las fuerzas armadas y distribuidor de las riquezas y el castigador de los enemigos. Mientras que la niña, la cual se llamaba Girika cuando creció se casó con el mismo Rey.
En los días que siguieron el ciclo menstrual, Girika la esposa del soberano, se purificó así misma con un baño, después le refirió de su estado a su señor. Pero en aquel día, los antepasados del esposo, lo visitaron y le pidieron a aquel sabio, de matar un ciervo y ofrecerlo como un don de hospitalidad. El Rey pensó que la orden recibida de sus antepasados no debería ser desobedecida, por lo tanto, se fue al bosque a cazar. Pensando constantemente en la bella y sola Girika, la cual era muy fascinante como la misma diosa de la fortuna, estimulado de la estación primaveral y de las flores del bosque, era muy feliz. Aquel bosque se parecía a los jardines del Rey del pueblo de los Gandharvas. Habían árboles de flores en abundancia, mucha variedad de árboles, todos resplandecientes con la fragancia de flores y frutas dulces. Todo el bosque, parecía que había enloquecido por las dulces notas y sonidos hecha de los pájaros y del zumbido de las abejas con las colmenas llenas de miel. De este modo el Rey, fue invadido del deseo sexual, pero su esposa no estaba presente. Loco del deseo, vagaba de aquí para allá. En su caminata, llegó a un lugar donde se encontraba un hermoso árbol, el cual era adornado con muchas hojas densas y sus ramas estaban completamente cubiertas de flores. De ese modo el Rey se sentó en la sombra para descansar. Excitado de la fragancia de la estación, fascinado por el olor a flores y excitado de la deliciosa brisa, el monarca no podía mantener la mente libre del pensamiento de la bella Girika. Viendo un halcón veloz, que se había posado muy cerca, el Rey el cual conocía la ciencia sutil de la religión y del control dijo: «Oh gentil ave lleva esta semilla a mi esposa Girika, la cual se encuentra en su período donde una mujer es muy fértil».
Rápidamente, el halcón cogió el semen del Rey si se fue volando. Mientras viajaba en su ruta encontró otra ave de su misma especie. El segundo halcón pensando que el primer halcón estuviese llevando un pedazo de carne en su pico comenzó a perseguirlo. De este modo, usando su pico, las dos aves se pusieron a luchar. Mientras se picaban, el semen cayó en las aguas del río Yamuna. En aquellas aguas, vivía una diosa muy fértil, de nombre Adrika, la cual había sido transformada en un pez debido a una maldición, ella en forma de pez se acercó al semen y lo hizo suyo. Después de algunos meses, el pez fue capturado por un pescador. Esto sucede exactamente después de diez meses, desde el momento en la cual el pez había tomado el semen, del vientre de aquel pez, nacieron dos niños conforma humana, ellos eran un niño y una niña. Fueron sacados y el pescador se quedó maravillado de la belleza de los niños, luego el pescador llevó a los niños donde el emperador y le relató toda la historia, el cual dijo: «Mientras abría el vientre del pez he encontrado estos dos seres con forma humana». El niño fue adoptado por el Rey que se se convirtió en un monarca sabio y virtuoso.

Después del nacimiento de los dos gemelos, la diosa se liberó de la maldición. Anteriormente, a ella le dieron la maldición de vivir en forma de pez hasta el momento que diera a luz a los dos niños. De acuerdo a esas palabras debido al nacimiento de los gemelos y que fue matada por el pescador, ella dejó el cuerpo de pez y recobró su forma celestial para después ascender al cielo, la diosa se unió a los otros seres celestes de su misma especie. La niña, la hija de la diosa tenía un olor constante a pez, concebida mientras su madre tenía el cuerpo de pez, fue dada en adopción al pescador por el Rey diciendo: «Deja que ella se convierta en tu hija». Aquella muchacha fue conocida con el nombre de Satyavati. Ella tenía una gran belleza, una dulce sonrisa y muchas virtudes. Pero a causa del continuo contacto con los pescadores, ella continuaba a emanar un olor a pescado. Deseando ayudar a su padre adoptivo, ella con un barca llevaba a las personas personas de una orilla del río a otra. Mientras se dedicaba a tal ocupación, un día ella fue observada por el sabio Parashara. Su belleza y su dulce sonrisa eran capaces de despertar el deseo de cualquiera y fue así que al sabio se le despertó el deseo de poseerla y dirigiéndose hacia aquella criatura celeste dijo: «Oh bendita, acepta mi brazo». La muchacha respondió: «Oh santo, existen muchos eremitas que viven sobre las orillas del río, si soy observada por ellos, ¿Cómo puedo complacer tu deseo?»
Después de haber oído aquellas palabras, el sabio con sus poderes místicos creó una densa niebla que hizo que toda esa región se oscureciera. La muchacha se maravilló mucho al ver que aquella neblina había aparecido de la nada y sintiéndose perdida, su rostro se enrojeció por la vergüenza. Por lo tanto dijo: «Oh santo, soy una muchacha controlada de mi padre, sin pecado, si acepto tu abrazo, mi virginidad se perderá. Oh el mejor entre todos los sacerdotes, si pierdo la virginidad, ¿Con qué cara podré regresar a casa? En realidad al deshonor prefiero el suicidio. Oh ilustre, por favor reflexiona con relación a esto y después haz aquello que crea que sea conveniente». El sabio satisfecho de aquella palabras, respondió: «Si tú garantizas mi deseo, tu cuerpo no perderá su virginidad. Oh tímida y bella muchacha, no tengas miedo, pídeme un favor que te lo concederé. Oh tú de sonrisa hermosa, mi gracia nunca ha sido infructuosa» De ese modo, la muchacha, le pidió como recompensa, que de su cuerpo emanase un dulce perfume, en vez de aquel olor desagradable a pescado, que lo tenía desde su nacimiento. De ese modo, el sabio complació aquel deseo, contentando el corazón de aquella joven muchacha.
Satisfecha de aquel premio, inmediatamente se activo su período fértil. De ese modo aceptó el abrazo de aquel poderoso sacerdote. Desde ese día ella fue conocida con el nombre de Gandhavati (aquella que emana un perfume dulce). Los hombres podían percibir la fragancia de su perfume desde muchos metros de distancia. Después de este este hecho, se despidió de la muchacha y Parashara regresó a su ermita.
Satyavata, satisfecha de aquel dono que había recibido y contenta de haber salvado el honor concibió manteniendo intacta su virginidad, por medio del abrazo de Parashara, concibió un hijo. Sobre una isla del río ella dio a luz un niño, que Parashara había sembrado en su vientre que después aquella criatura enérgica con el permiso de su madre se convirtió en un gran asceta.” Vyasadeva el hijo ilustre de Parashara que se convirtió el que compiló compiló los cuatro Vedas.

BREVE HISTORIA DE VARAHAMIHIRA

Varaha Mihira fue una máxima autoridad en la astrología védica y ciencias políticas que se remonta a los años 540 después de Cristo. Según su historia para obtener la gracia del dios de Sol, cuando fue adolescente se internó en el bosque de árboles Kapitha donde en dos de ellos amarró una especie de hamaca con 12 cuerdas y debajo de la hamaca encendió fuego y se sentó a meditar sobre la hamaca haciendo Tapasya o austeridad, la concentración sobre el dios del Sol le permitió entrar en contacto con Él. Cada mes que pasaba cortaba una cuerda y continuaba con su Tapas, después de 11 meses solo quedaba una cuerda y había decidido cortar aquella única cuerda que quedaba y ofrecerse así mismo en sacrificio al fuego-Agni que también es otra manifestación del Sol (el dios del fuego). Justo cuando estaba a punto de hacerlo, de cortar única cuerda que quedaba, el glorioso dios del Sol se aparece con todo su esplendor y le dice: «Yo soy el dios a quien has orado tanto para ver, y estoy muy contento de tu austeridad; te daré todo lo que me pidas». Y le concedió lo que Mihira le le pidió: de convertirlo maestro de las tres ramas (Kandhas) del Jyotish, astronomía, astrología y la ciencia de la naturaleza. Y es por esto que al final de su obra el Brihat Jataka Mihira declara: «He obtenido el favor del dios del Sol y a través de sus bendiciones he podido completar esta obra para el beneficio de la humanidad y para alegrar el corazón de todos los seres humanos».

Nació en Kapitha, una localidad cercana a Ujjain, inmersa en una particular cantidad de árboles de flores y frutos, donde se encontró una deidad del dios del Sol (Surya) que era de la época de Mihira, él era un brahmana muy respetado, cuyo nacimiento ha sido atribuido al dios del Sol que le había concedido la bendición de la astrología. Sus padres lo habían concebido cuando ellos tenían 50 años, después de haber hecho tantas austeridades, ya que si no lograban tener este hijo anhelado habían amenazado de suicidarse tirándose en el río, porque según las escrituras dice: «Aquel que no tiene hijos no alcanzará el cielo o moksha» tal como se declara en los Vedas. Surya apareció en medio del agua del río delante de sus padres y había anunciado que ellos tendrían un hijo que sería como un Sol porque sería capaz de remover la ignorancia de las personas y que dará luz a todos y será capaz de alegrar el corazón de las personas cultas. Le dio un fruta a la madre de Mihira (Indumati) para que comiera, y le dijo la fecha y hora exacta que nacería su futuro hijo y el niño nació en el preciso momento que el dios del Sol había dicho y que a los 8 años sería embestido con el cordón sagrado de los brahmanas, con los estudios de los Vedas, los Shastras y la astrología. Se volvió rápidamente famoso por su habilidad predictiva porque fue dotado con el poder místico de Vaksiddhi que significa que todo lo que dice se hace verdad o el poder de adivinar. Un día en el lugar donde había aparecido el dios del Sol se le presentó de incognito el Rey Vikramaditya, durante una de sus múltiples aventuras, disfrazado de un comerciante rico, él le pregunta a Mihira si sus negocios le irían bien y que el hombre que estaba con él, que era su hermanastro y ministro le era fiel. Mihira observó atentamente el rostro del hombre que le hablaba y usando el importante arte de adivinación que corresponde a los diferentes presagios (Nimitta) del momento, del lugar y de todo lo que se observaba en ese momento, calculó la carta astral del momento(Prashna) que fue hecha la pregunta y respondió: «Señores, ustedes no son mercaderes, usted es un gran y poderoso emperador y el hermanastro también, ustedes han inventado todo para poner a prueba mi capacidad en la astrología»
Fue por este motivo que Mihira se convirtió en el astrólogo personal de la corte del Rey, junto con Varuchi e Kalidasa. Este emperador tenía como emblema real a un Jabalí o Varaha, donde se le concedió el honor de Varahamihira después de haber hecho varias predicciones en el reino del Rey, especialmente la predicción que había hecho desde el mismo nacimiento del hijo del Rey, las circunstancias que fueron absolutamente excepcionales de la muerte dolorosa de uno de los jóvenes príncipes, causado precisamente de uno de los emblemas del Rey.

El Rey Vikramaditya tuvo muchos astrólogos en su corte. Uno de ellos, Mihira fue uno de los más renombrados y el más grandioso intelectual. Fue muy admirado y reverenciado grandemente no solo por el Rey sino que también por sus colegas y el público en general. El Rey tuvo un hijo y como es la tradición, la carta natal tenía que ser preparada por los astrólogos de la corte (Raja Jyotishis). Ya sea Mihira y los otros astrólogos calcularon el horóscopo del príncipe. Mihira usaba el conocimiento de la tradición Védica de astrología, en cambio los otros astrólogos usaban sistemas diferentes de interpretación y cálculos, pero todos ellos llegaron a una misma opinión de que el príncipe tendría un período muy difícil a la edad de 18 años. Uno de naturaleza peligrosa y que causaría la muerte del príncipe, con esta predicción no todos estaban de acuerdo. Algunos decían que el príncipe perdería su vida debido a las heridas causadas por un animal mientras estaba cazando. Pero el más erudito y sabio Varahamihira que gozaba de la bendición de Señor Aditya, y que tenía el Divya Drishti y el Vaksiddhi predijo claramente y con determinación que el príncipe sería matado por un Jabalí en una fecha y hora específica.

También dijo que ningún remedio podía neutralizar el peligro y salvarlo de los colmillos de la muerte y que este desfavorable incidente no podía ser alterado. Él dijo: «AVASYAM ANJBOKTHVYAM KRITHAM KARMA SUBHASUBHAM», que el príncipe no sobreviviría incluso si todas las precauciones eran tomadas. Los años pasaron. El príncipe se mantenía en una salud robusta. Todos los alrededores fueron bien resguardados inclusos meses antes del eventual día de la predicción. En la mañana del día fatídico, el Rey sostenía un Durbar. Una enorme cantidad de personas estaban ansiosas y esperando. El Rey le pidió a Varahamihira que verificara sus cálculos y confirmara si la fatídica hora sería la misma 5:00 pm de ese día tal como había predicho previamente. Todos tenían dudas, debido a que el Rey había tomado todas las precauciones. No existía la posibilidad de que un jabalí o animal salvaje pudiera entrar al palacio del príncipe ya que estaba completamente protegido por un enorme ejército de guerreros. Se pidió al príncipe que tomara su asiento en el séptimo piso del palacio y que todas las escaleras estarían completamente resguardadas por los soldados. El Rey estaba muy confiado de que su hijo estaba a salvo. Así que le preguntó a Varahamihira de cómo podría su hijo morir por las heridas causadas de un jabalí, ya que no era posible el ingreso de ninguno dentro del palacio y que a ningún animal le era posible entrar en absoluto. Él nuevamente le pidió que reconsiderara profundamente su predicción original. El Rey también declaró que le entregaría como premio el Emblema del Título Real «Varaha» a Mihira, si su predicción se materializaba debido a que el Rey quería honrar a esta ciencia.
Algunos minutos pasaron y prevaleció un silencio absoluto. Toda la multitud de gente estaban ansiosos observando a Mihira dando su veredicto. Varahamihira dijo que era devoto del dios del Sol y que lo había bendecido con el Vaksiddhi, por lo tanto no podía haber cometido ningún error. La predicción fue que el príncipe moriría debido a las heridas causadas por un jabalí y esto estaba escrito en el horóscopo del príncipe lo cual no existía ninguna sombra de duda con relación a este evento. Ese fue el castigo anunciado por los planetas que se veía en la carta natal de acuerdo al Karma hecho por el príncipe en su vida pasada. Mihira volvió a confirmar los resultados del Karma pasado cruel que indicaron una fecha y hora precisa de la muerte indicado por los planetas.
Por lo tanto, uno debe estar preparado para lo peor a pesar de todos los esfuerzos posibles para evadir el destino. Las personas que se aglomeraron en el lugar, estaban muy confiadas de que nada sucedería debido a las medidas de seguridad que habían montado en el palacio. En varios intervalos de tiempo se le pedía a un soldado que diera información acerca de la salud del príncipe y los reportes eran que estaba muy bien, saludable y que todo estaba en orden. A las 5 pm un soldado avisó que el príncipe estaba bien y que el lugar estaba todo pacífico. Pero un poco más tarde otro soldado trajo la misma noticia que todo estaba bien. Pero Varahamihira no estuvo de acuerdo con la noticia. Él con mucha calma dijo al Rey que el príncipe ya había muerto en la hora prevista y que sería recomendable que todos deberían verificar. El Rey se quedó callado, otro soldado vino justo después de eso e informó que no había habido ningún tipo tipo de disturbio en el lugar.
El Rey comenzó a dudar de la predicción hecha y nuevamente le dijo a Mihira que debía verificar porque tal vez había cualquier error. Pero Mihira reiteró y dijo que el príncipe ya había muerto en el momento predicho y añadió más información diciendo que el príncipe estaba muerto en un charco de sangre y que probablemente sus compañeros y soldados que lo cuidaban no se habían dado cuenta. Sugirió y persuadió al Rey a que fuera personalmente a verificar. El Rey fue con otros oficiales importantes a verificar, subió las escaleras una tras otra. Cuando el Rey llegó al séptimo piso, los amigos del príncipe todos estaban profundamente absortos jugando y no se dieron cuenta de la llegada del Rey, todos estaban presentes en el salón menos el príncipe y cuando preguntó por su paradero le dijeron que el príncipe había estado jugando con ellos todo el tiempo y que había salido por un momento a la terraza del palacio. Todos ellos fueron corriendo a ver en la terraza cuya puerta estaba abierta y Oh Dios! Qué horror!!!. Para el dolor de ellos, el príncipe estaba tirado muerto en un charco de sangre. Observaron que en su estómago estaba incrustado el colmillo de un jabalí que pertenecía al emblema del asta de una bandera que se había caído con el viento y al caerse había atravesado al príncipe cuando este se había echado para descansar.
Esa es la voluntad de dios de acuerdo al Karma que ha fructificado el príncipe y que fue indicado por los planetas, a pesar de todas las advertencias y los esfuerzos realizados por el Rey y sus súbditos el evento se manifestó. Por lo tanto todos los eventos de nuestra vida están más allá de nuestro control y tenemos que someternos así mismos y tranquilamente tolerar las consecuencias del Karma previo….

Sus Obras
Mihira recibió el título Real y fue conocido como Varahamihira. Es autor de algunos grandes clásicos y algunos de ellos dan mucha luz en Jyotish como el Brihat Jataka y Brihat Samhita. Harihara (autor del Prashna Marga) dice aquel que posee la Guirnalda de Varahamihira (el Krishneeyam & el Dashadhyayi (Varahamihira Astrología Mundial y horoscopía, Krishneeyam para Prashna y Dashadhyayi para sincronizar los eventos) es muy seguro que se volverá un excelente Jyotishi.

Obras que se deben estudiar
1.El Bhagavad Gita –traducido y comentado por Srila Prabhupada
2.El Srimad Bhagavatam – traducido y comentado por Srila Prabhupada
3.Textos védicos como el Vishnu Purana, el Garuda Purana el Narada Purana y el Brihadaranyaka Upanishad etc.

Para estudiar
Tratar de coleccionar cartas astrales (si es posible) con sus respectivas biografías de la vida de grandes almas, estudiando el camino espiritual que han seguido y que tipo de disciplinas han enseñado y mantras que han cantado.

Ramanuja das
21/2/2022
Roma-Italia

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